Los primeros días de la Universidad son duros para todos, más para los estudiantes que llegan a una clase nueva con gente desconocida. Queremos compartir contigo varios consejos y prácticas que te vendrán bien para las exposiciones delante de la clase.
¿Quieres convertirte en un as de la comunicación oral? Sigue leyendo para empezar a mejorar tus habilidades de comunicación.
El proceso de mejorar tu expresión oral empieza mucho antes del momento de subirse al escenario. Será fundamental una buena base que construyamos desde casa.
Lo primero que debes hacer es estudiar bien el contenido de la presentación. En caso de que olvides algo, tendrás más facilidad para explicárselo a la audiencia a la hora de improvisar.
Una vez tengas claro qué debemos decir, practicar frente al espejo es muy útil, para ver qué lenguaje no verbal utilizas y si realmente transmites el mensaje a los que te vayan a escuchar. Por último, también grabarlo con el móvil te ayudará a poder verlo varias veces aunque no estés en casa, corregir las imperfecciones y medir el tiempo que dura la presentación.
Ahora que ya estás bien preparado, cuando salgas a presentar, el primer error que puedes cometer es fijar tu mirada en el resto de estudiantes. Esto no es nada recomendable, ya que te puede llevar a ponerte más nervioso. En este caso, es mejor que mires al frente de la sala o que busques una mirada cómplice en algunos de tus amigos.
Ten en cuenta que para este punto, te sabrás el contenido muy bien, así que hablar rápido no te beneficiará en absoluto y además perderás el foco de atención de los compañeros, así que respeta las pausas, a veces son incluso más importantes que el propio contenido.
El siguiente paso; tu lenguaje no verbal. A veces decimos mucho más con nuestra expresión corporal que con las palabras en sí, por lo que es algo que debemos tener en cuenta y no dejarlo en segundo plano. Sabemos que te puede parecer difícil, pero es esencial que te muevas por el espacio y utilices las manos, así captarás mucho mejor la atención de los oyentes.
Si este último paso se te hace cuesta arriba, llevar algo en la mano ayuda también; puede ser el papel donde lleves el guión o algunas palabras clave o incluso una botella de agua, ya que también es muy común notar la boca seca cuando sientas nervios.
Ahora lo único que te queda es practicar, ganarás confianza en ti mismo con cada exposición.